Te traemos una serie de recomendaciones, no sólo para padres, sino también para quienes desean serlo, para que las tengas en cuenta y no las cometas con tus hijos:

1. No permitir a los hijos tomar riesgos:
Psicólogos europeos descubrieron que si los niños no juegan en la calle, si nunca se han caido y raspado las rodillas, es de esperar que en la vida adulta sufran de fobias.
Los niños deben caerse varias veces para entender que eso es algo normal. Los adolescentes deben tener conflictos con sus compañeros y vivir el primer amor para adquirir estabilidad emocional, sin la que es imposible entablar relaciones interpersonales de calidad y larga duración en el futuro.
Eliminar el riesgo en la vida de los niños puede dar origen a la arrogancia, la insolencia y la baja autoestima en su adultez.

2. Correr en su ayuda demasiado pronto:
Cuando corremos a ayudar a nuestros hijos demasiado pronto y los rodeamos de ”cuidado“ excesivo, les quitamos la posibilidad de buscar por si mismos la salida de las situaciones dificiles.
Tarde o temprano los niños se acostumbran a que alguien los salve siempre: “Si yo cometo un error o no cumplo mi meta, los adultos lo arreglarán y no habrá consecuencias”.

3. Entusiasmarse muy pronto:
La regla de ”Cada niño recibe su trofeo“ le permite al niño sentirse especial, pero las investigaciones de psicólogos modernos muestran que ese método de estimulación tiene consecuencias imprevistas.
Al cabo de algún tiempo el niño se da cuenta que las únicas personas que piensan que él es fabuloso son mamá y papá, pero no los demás y comienza a dudar de la objetiividad de los padres. Con el tiempo, un niño así aprende a hacer trampa, exagerar y mentir para eludir alguna verdad incomoda, por eso no estará preparado para afrontar las dificultades en su vida de manera adecuada.

4. Permitir que la sensación de culpa reemplace el buen comportamiento:
Tu hijo no necesariamente debe amarte cada minuto. En su vida él o ella tendrá que superar muchas adversidades, y el ser mimado puede impedirle hacerlo; por eso no hay nada de malo en decirle ”no» y “ahora no” para que aprenda a luchar por lo que quiere y lo que necesita. Piénsalo dos veces antes de premiar a los niños con regalos y paseos al centro comercial. Si la relación con tus hijos está basada únicamente en estimulos materiales, ellos no van a sentir ninguna motivación interna ni amor incondicional.

5. No contarles a los hijos los errores de nuestro pasado:
Cuéntales a tus hijos qué errores cometiste cuando tenías su edad, pero evita las exageraciones con respecto a temas como el tabaquismo, el alcohol y los narcóticos, aunque parezca mentira, eso hace que tu mensaje sea más contundente que un sermón constante.
Cuéntales qué sentías cuando tú mismo te enfrentaste a situaciones parecidas, cómo reaccionaste y qué aprendiste de eso.

6. Confundir intelecto con madurez:
No pienses que tu hijo tiene talento para todo. No existe la ”edad mágica de la madurez” o un manual acerca de cuándo es un buen momento para dar al niño libertad en esto o lo otro.
Pero hay una regla muy buena: Observa a otros niños de la misma edad de tu hijo, si te das cuenta que ellos son más autónomos, significa que tú puedes ser quien esté frenando el desarrollo de su independencia.

7. No aplicar lo que se predica:
Como padre o madre debes llevar un estilo de vida modelo: una vida tal como el que quieres para tus hijos. En este momento el lider de la familia eres tú, un ejemplo a seguir, por eso debes respetar las normas de convivencia y de comportamiento. Cuida tus actos, incluso los más pequeños porque tus hijos te están observando.
Si no actúas de acuerdo a las normas tus hijos van a saber que no tiene nada de malo si ellos hacen lo mismo. Muestra a tus niños qué significa ser íntegro, e inculca en ellos el ayudar a los demás. Deja los lugares mejor que como los encontraste, y tus hijos harán lo mismo; saluda al llegar y despídete al salir y tus hijos lo repetirán.

Fuente: Forbes.
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