Cada vez son más populares los videojuegos de consolas y los juegos en línea, así como las aplicaciones para los diferentes dispositivos móviles, encargados de ofrecerles horas de «entretenimiento» a los niños y adolescentes.

Te presentamos algunas señales que pueden estar afectando a tu hijo:

  1. Comienzan a aislarse: Si notas que tu hijo ha perdido el interés por las cosas que habitualmente le resultaban atractivas, ha ido dejando atrás su vida social, ha disminuido la cantidad de actividades deportivas y dedica todo su tiempo sólo a estar detrás de la pantalla que sí satisface completamente su interés.
  2.  Baja el rendimiento escolar: Como es de esperarse, al pasar muchas horas conectado a su dispositivo electrónico, los estudios no le resultarán interesantes, ni atractivos. De hecho, los verá como una tremenda pérdida de tiempo para poder seguir avanzando en el juego que acaba de conocer.
  3. Se aleja de sus amigos: Notarás como los amigos de tu hijo comienzan a desaparecer de su rutina, pues serán «reemplazados» por los amigos que pueda encontrar en línea. Los chicos tienen la facilidad de hablar con personas de cualquier parte del mundo, tan solo moviendo su «mouse».
  4. Cambios bruscos de humor: Si se les pide que dejen de jugar, la rabia se apodera de ellos y comienzan a experimentar berrinches por no poder continuar con su actividad.

Encuentra el equilibro para que tu hijo disfrute de un espacio de juego con sus aplicaciones tecnológicas, pero sin que esto perjudique su sano desarrollo.

Fuente: www.starmedia.com
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