La pequeña institución empieza a crecer y su acertada proyección hacia la comunidad se hace sentir en la ciudad, lo que lleva a que los padres de familia de su pequeño taller la impulsen antes de 8 meses a cambiar de sede y en una amplia instalación frente a la Catedral de Nuestra Señora del Rosario del Palmar se inician actividades con 50 niños, donde aprendieron a disfrutar su incipiente vida escolar rodeados por el amor y el cuidado que Mará Mercedes como Directora y las demás profesoras imprimieron a su labor educativa.

Dos años después ya el Taller se había posicionado muy bien en la ciudad donde los padres de familia entregaban sus hijos confiados y seguros no solo por el cuidado y aprestamiento de sus hijos sino por la formación en valores que esta institución inculcaba a sus educandos.

Su firme vocación de docente y haciendo honor a su profesión de maestra en la más amplia acepción del vocablo, nuevamente y con el impulso de los padres de los niños y ante la indudable aceptación y preferencia de los Palmiranos por su trabajo docente la llevan a fundar el “Liceo La Enseñanza”, quien reemplazo desde ese momento a “El Taller de Pinocho” convirtiéndolo en una institución de educación formal, estructurándolo asá como modelo educativo con visión futurista y de una verdadera educación integral personalizada.

Desde ese momento aumentando cada año un grado con dedicación de 10 horas diarias de su directora General,